Que nadie pretenda encontrar en estas palabras escritas en la arena ni tan si quera un atisbo de rechazo hacia el sentimiento catalán, sino mas bien todo lo contrario, mostrar a ese magnífico pueblo mi pesar y sentimiento por alguno de sus líderes políticos. Ciertamente el pueblo catalán no se merece estar representado por el Sr. Puigcercós, presidente de Esquerra Republicana de Catalunya.
Un político que su único argumento es el frentismo con otras comunidades autónomas. Seguro que el sentimiento nacionalista catalán, su idiosincrasia y hecho diferencial puede ser defendido con otros argumentos de fondo. Triste que el único hilo argumental sea decir que los andaluces no pagamos impuestos. Es tan absurdo como ridículo. Yo nunca votaría a alguien que defendiese nuestro sentimiento andaluz sobre la base de un ataque a cataluña o a la lengua catalana, o en definitiva a nadie cuyo único argumento fuese practicar la intolerancia con los otros.
Por ello escribo estas palabras en la arena, para que el Sr. Puigcercós y sus posibles electores la lean en el día internacional contra la intolerancia y si responsabilidad tiene quien las pronuncia, también las tiene quien las apoya en las urnas, por eso espero que los catalanes sepan poner a cada uno en su sitio.
Yo desde Málaga seguiré pagando impuestos como todos los demás andaluces.
Las palabras en la arena, como las describió Buero Vallejo,sirvieron para poner de manifiesto los pecados de aquellos que querían lapidar a la mujer adúltera y evitar que esta se produjese. No digo yo que mi Blog pueda servir para evitar tamañas injusticias por aquellos que se apartan de la solidaridad y practican la hipocresía, pero al menos pondré mi granito de arena, siendo también consciente de que yo también tendré palabras en la arena a mi dirigidas por los seguidores de este blog.
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Completamente de acuerdo, José Luis, con tu post.
ResponderEliminarConfío en que los electores pongan de verdad en su sitio a ese talibán catalanista.
Pero por un lado soy pesimista porque la fauna política que nos habita (en Cataluña y Andalucía y en el resto del territorio nacional) es tal que no desentona del todo aquél al que quiero no volverle a oir semejantes estupideces.
Sin embargo, por otro lado sí que soy optimista porque cuando, indignado escribí mi repulsa en la fanpage de Facebook del susodicho (es más fácil referirse a él así), algunos apoyaron e ilustraron con algún comentario el mío; ello en un lugar -su fanpage- donde de seguro navegan casi en exclusiva sus adláteres o quiénes gustan del sujeto (yo tuve que cliquear "me gusta" para escribir en su muro. Finalizado, pulsé "ya no me gusta". Dos mentiras "piadosas" para poder tachar otra mucho mayor...)