Lo que me llama la atención no es que un juez sea condenado por oír las conversaciones entre los acusados y sus letrado, lo que parece algo evidente para quienes creemos en el derecho de defensa y el Estado de Derecho, sino que haya quienes, bajo el paraguas de la progresía, fustiguen al Tribunal Supremo diciendo que han condenado a un juez justo y que con sentencias así no podrá lucharse contra la corrupción.
¿quieren éstos decir que el fin justifica los medios?, ¿que vale violentar el derecho de defensa en aras a conocer la verdad real?, En definitiva ¿quieren aparcar el Estado de Derecho que costó mucha sangre sudor y lágrimas a verdaderos progresistas y defensores de los derechos humanos?.
En esa línea que pidan también la reinstalación de la tortura, quizás sirva para conocer el paradero de los niños de Córdoba, o la ordalía del agua caliente para saber si Carcaño dice o no la verdad. ¿Entenderían justificados esos crueles medios para conocer la verdad? Si así fuese, diría de estos iluminados cualquier cosa menos que son progresistas.
No se estaba juzgando aquí si Garzón podía o no investigar los crímenes del franquismo, que por cierto le auguro una sentencia absolutoria en esta causa, ni tan siquiera si en otras causas fue un juez justo y valiente, sino si podía vulnerar el derecho de defensa en aras a investigar una trama de corrupción. No me cabe más que coincidir con Esperanza Aguirre, probablemente sea en lo único que coincidimos, en que ha triunfado el Estado de Derecho.
Las palabras en la arena, como las describió Buero Vallejo,sirvieron para poner de manifiesto los pecados de aquellos que querían lapidar a la mujer adúltera y evitar que esta se produjese. No digo yo que mi Blog pueda servir para evitar tamañas injusticias por aquellos que se apartan de la solidaridad y practican la hipocresía, pero al menos pondré mi granito de arena, siendo también consciente de que yo también tendré palabras en la arena a mi dirigidas por los seguidores de este blog.