jueves, 25 de noviembre de 2010

Basta ya de hipocresías

Hoy es un día para recordar a la víctimas de la violencia de género, también a las extranjeras que sufren este atentado machista. Nuestras calles se llenan de movilizaciones contra esta lacra y nuestros responsables políticos alzan la voz pidiendo que las mujeres denuncien los casos de violencia machista que sufran, hacen alarde de la ley de violencia contra la mujer y llaman a dar la espalda a los maltratadores.
Buenas serían estas palabras si los hechos acompañasen a sus manifestaciones, pero lo cierto y verdad es que no es así. ¿ sabían ustedes que la Secretaría de Estado para la seguridad de este gobierno dictó una instrucción en el 2005, ratificada recientemente en que se ordenaba a las fuerzas y cuerpos de seguridad incoar expediente de expulsión a la mujer que acuda a una comisaría de policía pidiendo protección contra su maltatador si ésta se encuentra en situación irregular?, aún cuando luego se suspenda su ejecución Hoy lo denuncia Andalucía Acoge (www.acoge.org) por lo desincentivador d e la denuncia contra el maltratador de esta medida, acompañando copia de dicha circular que hasta le propio defensor del Pueblo ha pedido su derogación, haciendo oídos sordos el gobierno de la paridad, !bueno ya menos!
También tenemos una ley contra la violencia de género que trata a la mujer como una menor de edad, donde el "papa" Estado, a través de su Ministerio Fiscal y sus jueces sabe que es lo mejor para ella y por eso su voluntad carece de valor respecto a la imposición de la pena de alejamiento al maltratador. Esta es de obligado cumplimiento, aún cuando la propia mujer no lo desee, es decir ella también es condenada al alejamiento. Y no pensemos que todos los maltratos han de ser habituales o por conductas graves, sino tan solo un mero empujón, evidentemente que nunca defenderé, sino que condenaré enérgicamente, lleva aparejado un alejamiento de la pareja por encima del año, incluso si la mujer no lo desea. El Estado piensa y decide por ella.
Claro esto supone que se dictan al año miles de órdenes de alejamiento imposibles de vigilar, por ello entre mucha orden inútil e incumplida por la propia mujer, se nos escaparán casos verdaderamente graves. No existe capacidad para vigilar tanta orden de alejamiento, de ahí que estas sean unas órdenes para la protección para jueces y fiscales no para la mujer.
Despejemos el grano de la arena y tratemos la violencia machista con verdaderas políticas de intervención ante los casos de  riesgo y no colapsemos los juzgados con asuntos de menor entidad. Se que mi postura es políticamente incorrecta, pero con lo que tenemos no solo no abanzmos sino que retrocedemos en la lucha contra esta lacra social.